Hoy nos hemos juntado en el gimnasio y hemos contado un cuento, el cuento de "El día terrible de Tomás", un niño al que primero le mojó un coche, después le preguntaron en el cole y se puso tan nervioso que no se acordaba de las respuestas, se enfadó con su mejor amigo, y encima, al salir de la escuela, se puso a llover y hubo una tormenta. Así que cuando llegó a casa, estaba absolutamente enfadado y con mucha rabia.
Después hemos dibujado la rabia que se sentía Tomás después de un día horrible en el que todo le había salido mal. Una vez que hemos tenido todos los monstruos de la rabia, los hemos arrugado, destruido y metido en un bote para que no salgan.
La rabia y el enfado son emociones naturales e innatas que acompañan al ser humano en determinados momentos a lo largo de la vida. Experimentar determinadas emociones no es malo, al contrario, puede ayudarnos a avanzar, a cambiar aquello que no nos gusta y contribuje a nuestro bienestar.
Pero cuando estas emociones aparecen y no sabemos gestionarlas de un modo constructivo, pueden llegar a controlarnos y provocar conductas indeseadas y perjudiciales para los que nos rodean y, sobre todo, para nosotros mismos.
Trabajar la rabia y el enfado en l@s niñ@s es muy importante, debemos dotarles de recursos emocionales, que les permitan enfrentarse a los desafíos de la vida y controlar las emociones antes de que éstas les controlen a ellos.
