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Descubriendo MI Fortaleza


Durante toda esta semana hemos estado trabajando algo un poco difícil de reconocer: NUESTRA FORTALEZA. Aquellas cosas bonitas y positivas que nos caracterizan a cada un@. Para ello, hemos elaborado entre tod@s una lista de adjetivos que les pudiera ayudar a la hora de escoger una fortaleza que les definiera. Entre ellos estaban: valiente, creativo, curioso (deseo de aprender), tolerante, perseverante (constante), honesto, sincero, entusiasta, alegre, cariñoso, bondadoso (hacer favores y buenas acciones para los demás, ayudar y cuidar a otras personas), pacificador (conciliador), justo, colaborador, generoso, luchador, agradecido, simpático…

La finalidad principal de la actividad de hoy era conocer nuestras fortalezas y ser conscientes de ellas, porque de su puesta en práctica cada día dependerá en buena medida nuestra felicidad.

Y, ¿qué son las fortalezas? Para Seligman y Peterson el concepto de “virtud o fortaleza” está referido a aquellas capacidades que pueden adquirirse a través de la voluntad, los cuales representan rasgos positivos de la personalidad. Son rasgos morales de fácil adquisición, se forjan con el tiempo y la práctica, la perseverancia, la buena educación y dedicación. Estas fortalezas se presentan en situaciones distintas y a lo largo del tiempo, por lo que pueden entrenarse y mejorarse. Prácticamente cualquier persona puede obtener, con el tiempo, esfuerzo y determinación suficientes, las fortalezas personales, mientras que las capacidades no pueden adquirirse por medio de la voluntad.

Dicho esto, paso a contaros la misión de hoy: les hemos entregado a cada niñ@ un monigote. En él han escrito su nombre y una fortaleza que ell@s creen que les caracteriza, y los hemos decorado.

Y la próxima semana... más

¿Qué fortalezas pensarán los demás que tengo?


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